Una expedición de la Flota del Norte rusa ha confirmado el descubrimiento de cinco nuevas islas, ubicadas en el océano Ártico, cerca del glaciar Vylka (Nansen), al oeste de la isla de Séverni del archipiélago ruso de Nóvaya Zemliá. Ahora estas tierras también formarán parte del mismo archipiélago, que se encuentra entre los mares de Barents y Kara. Su superficie varía de 900 a 54 mil 500 metros cuadrados.
La aparición de unas islas en esta región fue pronosticada por los hidrógrafos de la Flota del Norte durante sus expediciones a esta área en los años 2015-2016. Luego fueron vistas por un ingeniero del buque hidrográfico ruso Vizir y finalmente en el 2016, Marina Migunova, estudiante de la Universidad Estatal de la Flota marítima y fluvial Makárov (San Petersburgo, Rusia), las halló en las imágenes satelitales. La universitaria describió su descubrimiento en su trabajo de grado.
Descubrimiento confirmado
Ahora su hallazgo ha sido confirmado por la expedición de la Flota del Norte, que zarpó en el remolcador de rescate Altái, desde la ciudad rusa de Severomorsk hacia el archipiélago de la Tierra de Francisco José, pasando por la zona en cuestión.
Los especialistas ya han descrito las cinco islas nuevas, y han realizado los estudios topográficos y fotográficos necesarios. Además, en una de ellas construyeron una estructura de piedra conmemorativa, donde colocaron una 'cápsula del tiempo' para las generaciones futuras, que contiene un disco con las imágenes de los descubridores de este lugar.
¿De dónde han surgido las nuevas islas?
El objetivo general de la expedición es la investigación geográfica y arqueológica de los archipiélagos árticos. Los especialistas investigan los cambios topográficos de la costa, que cambia como resultado del derretimiento del hielo, y mapean los objetos geográficos previamente ocultos por los glaciares.
Las cinco islas nuevas han estado ocultas debajo de la capa de hielo, que se está derritiendo como resultado del calentamiento global. Los glaciares de Nóvaya Zemliá en los últimos años han disminuido entre 2 y 5 kilómetros tierra adentro y continúan derritiéndose debido a la subida de la temperatura ambiental.
Así, en el 2018, el Ministerio de Recursos Naturales de Rusia informó que la temperatura media anual en el Ártico fue 3,23 grados por encima de la norma, lo que supone un calentamiento récord en esta zona para el siglo XXI.
El derretimiento de los glaciares en el océano Ártico tiene un impacto negativo para el medioambiente. Entre otras consecuencias, está la posible inundación de las regiones más cercanas ubicadas en la costa y la amenaza a la operación de plataformas de perforación en el mar.
Con información actualidad.rt.com
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18 de febrero de 2020
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