El panorama educativo para el 2022 es incierto, sin embargo, la educación no se detiene, más bien, evoluciona y genera cambios positivos para el bien de todos los niños y niñas. Cada año, lo que sucede en las aulas se transforma a pasos agigantados y por ello los centros educativos deben adaptarse y responder a las necesidades de sus estudiantes.

La Educación Diferenciada, por ejemplo, es un sistema de organización escolar en donde ambos sexos tienen la oportunidad de aprender de una forma personalizada, pues se toma el dato biológico como un elemento más la individualizar las estrategias utilizadas. Niños y  niñas presentan diferencias en la forma en que aprenden, en sus ritmos de desarrollo, motivaciones, intereses y formas de procesar. Este, contiene dos aspectos pedagógicos distintivos que lo hacen exitoso:

• Reconocimiento de las diferencias: en la educación diferenciada se parte de la idea de que mujeres y hombres tienen la misma dignidad, reconociendo también que hay diferencias sexuales innatas entre ellos. Los cerebros femeninos y masculinos aunque porcentualmente iguales en inteligencia, son diferentes en estructura y funcionamiento. Este reconocimiento tiene bases científicas que buscan explicar diferentes formas de aprendizaje.
• Atención a las fortalezas y a las áreas de oportunidad: reconociendo que el sexo es un diferenciador y que lleva consigo ciertas características, se conoce a cada estudiante para personalizar su educación. Se aprovechan las áreas cognitivas que tienen mayor estimulación y se brinda un tratamiento específico para desarrollar aquellas que lo requieren. Con esto, niñas y niños muestran una mejora en su curva de aprendizaje y logran una real igualdad de oportunidades en las áreas del conocimiento y formación integral.

Tomando como base lo anterior, es preciso destacar entonces, cuáles son las ventajas pedagógicas al implementar sistemas de educación diferenciada, especialmente bajo modelos como el Diamond Edge, que consiste en formar salones con niñas y niños en párvulos, pero separados por sexo y edad a partir de la primaria:

• Mayor grado de orden y control en la clase.
• Reducción de las diferencias por razón de sexo en el currículo y en las oportunidades de los estudiantes.
• Eliminación de la dominación de género y conductas conflictivas hacia el otro sexo opuesto.
• Mayores oportunidades de liderazgo.
• Mayor sensibilidad del profesorado a las diferentes formas de aprender de chicos y chicas.
• Libertad de los padres en la elección de una opción educativa, por el bien académico del niño o niña.

Para más información relacionada con este sistema de organización escolar y el modelo Diamond Edge, puede comunicarse con Colegio Monte María, quienes poseen más de 65 años de experiencia en educación diferenciada, al 5842-5558 o al correo, admisiones@colegiomontemaria.edu.gt.