¡El verano llegó para quedarse! Por eso CEMACO trae para ti los pasos a seguir para cuidar tu piel y la de toda tu familia antes, durante y después de un día de playa o piscina y evitar una posible insolación.
ANTES
- Limpia tu piel de impurezas con tu exfoliante favorito. Debes aplicarlo de forma homogénea en todo tu cuerpo, sobre todo en el rostro, para lograr deshacerse de las células muertas y hacer espacio para la piel nueva.
- Hidrata tu piel de forma profunda con tu crema de preferencia, ya que después de exfoliar, con los poros ya abiertos, la piel recibe mejor los beneficios de los productos elegidos.
DURANTE
- Debes proteger tu piel y la de tu familia con un excelente protector solar que proteja contra los rayos UVB, UVA resistente al agua, de lo contrario ¡conseguirán una gran insolación! También, es muy necesario para prevenir el cáncer de piel o el envejecimiento prematuro. Recuerda re aplicarlo cada 2 o 3 horas y esperar entre 20 a 30 para garantizar su absorción.
- Para tener el tono de piel perfecto, no dejes de llevar en tu bolsa tu bronceador favorito, este te ayudará a conseguir el bronceado que estás buscando.
DESPUÉS
- Procura hidratar tu piel nuevamente con tu crema hidratante predilecta, ya que, después de una alta exposición al sol, esto ayuda a reparar los tejidos dañados.
- Recuerda tomar un par de vasos de agua para recuperar la que se perdió en tu bronceado.
Y si sientes, que se eleva la temperatura de tu cuerpo, ardor e irritación en la piel, sed difícil de saciar, ¡definitivamente sufres de insolación! Esta se produce por una exposición excesiva al sol sin la protección adecuada, ya que a veces, se nos olvida por completo las precauciones que se deben tomar al momento de exponerse al sol.
¿Qué se debe hacer?
- Colócate en un lugar fresco, puedes ayudarte de un ventilador o aire acondicionado portátil.
- Puedes utilizar tu masajeador portátil y pasarlo por tu cuerpo, puesto que ayudan a acelerar la pérdida de calor y estimulan el retorno de la sangre fría al cerebro y a los órganos.
- Procura tener un pachón cerca de ti para dar pequeños sorbos de agua fría para rehidratarte.
Si sigues estos pasos, tu bronceado y el cuidado de tu piel y la de tu familia serán muy efectivos para que ¡disfruten el preciado verano!
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